A ti, mujer que miro tus bellos ojos
y veo a la mujer perfecta,
que me anima a ver el amor
y la pasión con mucha atención.
Pienso que Dios no se equivocó
al llamarte mujer,
la obra perfecta,
llevando la alegría en tus adentros.
Con fineza y elegancia
como la rosa en el jardìn,
y llena de mucha calma
brindas tus consejos
hablando con un amor incomparable,
que solo tù mujer puedes dar.
Eres mujer el ser maravilloso
que existe, pues eres el sol
en días grises y nublados,
haciendo que radie el día
con tú bendita alegría.
Eres mujer la obra perfecta de Dios,
pues eres como las estrellas
como la arena a la orilla del mar,
crecerás y al mundo conquistaràs,
y sabrás que esa eres tú…
mujer.
Autor: **Lulù Hdz. **
Monterrey, N.L.
México
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